jueves, 6 de mayo de 2010

la aventura de ser docente

Por la carrera que estudie, mi máximo anhelo era trabajar en la empresa farmacèutica, sueño que cumplí y ejercí por diez años. Muchas mujeres al formar una familia nos damos cuenta que esta demanda tiempo y además de calidad por lo que no era compatible combinar las dos, razón que me orillo a dejar el mundo fascinante de la industria, me retire por ocho largos años, cuando mi hijo menor contaba con ocho meses me ofrecieron dar clase de química en una secundaria particular, no fue nada sencillo, no basta saber sobre la asignatura, hay que manejar didáctica, pedagogía, psicología y hacer labor de servicio. Después me ofrecieron trabajar en CONALEP, siendo aquí donde me forme como docente, la institución me capacito de manera continua, proporcionándome muchos elementos para desempeñar mejor mi labor con los jóvenes. Fue un verdadero privilegio ingresar a mi alma mater, el IPN, lugar en el que hasta hoy en día sigo laborando, ha sido muy enriquecedor y mirar como evoluciona nuestra manera de impartir la asignatura, los alumnos que tenemos en cada generación son diferentes, los maestros nos actualizamos y hacemos uso de múltiples recursos todo con el propósito de alcanzar o cumplir las expectativas de los alumnos, se dice en pocas palabras pero la realidad es que es un trabajo de años en los que hemos roto paradigmas, estructuras, aprendido y cambiado estrategias, etc. es todo un mundo de preparación, compromiso y mucha responsabilidad, cada día es único e irrepetible tenemos que aprovecharlo al máximo.